
En los últimos años, la dación en pago ha sido la figura que han utilizado la mayoría de los deudores para cerrar el capítulo de sus deudas hipotecarias, pero ello en todos los casos ha ocasionado que las familias deban entregar su vivienda y renunciar a todos esos años en los que se esforzaron por invertir en su futuro, lo cual muchas veces no es justo; por lo que si el deudor no quiere perder su hipoteca hay otra salida para su caso.
La restructuración de la deuda hipotecaria es un mecanismo que se ha olvidado por la mayoría y que es una salida plausible para enfrentar aquellos casos en que los ingresos de una familia se han visto reducidos por algún imprevisto y no pueden seguir pagando las altas cuotas del préstamo hipotecario.
El Real Decreto 6/2012 y el Código de Buenas Prácticas, crearon el mecanismo de reestructuración de la deuda hipotecaria para proteger a todas aquellas familias que se encuentran en una situación económica y social de vulnerabilidad porque sus ingresos se han visto reducido y no pueden seguir pagando las altas cuotas del préstamo hipotecario, sin que ello implique que descuiden las necesidades básicas de los miembros de sus familias.
Al solicitar una reestructuración de la deuda el banco deberá ofrecer al deudor alguna de las siguientes alternativas: aumentar el plazo de amortización de la deuda (máximo por 40 años desde la suscripción de la hipoteca), pactar un periodo de carencia en la amortización del capital (hasta por 5 años), reducir el tipo de interés remuneratorio aplicable al préstamo (Euribor + 0,25%.), pactar la eliminación de la cláusula suelo o acordar una reunificación de todas las deudas que se tengan con el banco bajo el préstamo hipotecario.
No obstante, cuando se pide una reestructuración de la deuda es muy importante estar bien asesorado porque muchas veces los bancos aprovechan la situación de vulnerabilidad de sus clientes y, a pesar de lo que dice el código de buenas prácticas, les ofrecen períodos de carencia más cortos, suben los intereses de los préstamos o incluso les hacen aportar nuevos fiadores que soporten la deuda.
Siempre es muy importante que antes de negociar con un banco nos asesoremos primero en relación a cuales son nuestros derechos, con el fin de que el banco no pueda aprovecharse de nuestro desconocimiento y en vez de ayudarnos agrave nuestra situación.
Desde Sánchez Abogados ofrecemos un servicio de asesoría clara y justa a todos nuestro clientes, con el fin explicarles cuales son la ventajas y desventajas del acuerdo que les propone el banco, acompañándoles en todo el proceso de negociación y asegurándonos que sus intereses están protegidos.
Recuerde, es posible que tenga más derechos de los que crees
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